(19 maggio - 1a parte)
Nemagón
incorporado
Miseria
humana tiene también Real Academia
* Lo lanzaron al mercado
a sabiendas de que era dañino
* En las ratas arruinaba riñones,
pulmones y testículos
* Tras ser clara su nocividad, Standard
insistió en usarlo
* Rosario de víctimas: Nicaragua,
Honduras, Ecuador, Filipinas y Burkina Faso
Primera parte
Hoy, la Real Academia de la Miseria Humana,
ha decidido incluir en la Enciclopedia Mundial de las Cositas del Progreso
y el Capital (edición actualizada 2002), un nuevo término
desconocido para la mayoría de humanos: Nemagón.
Según definición adoptada por
el susodicho organismo, definimos Nemagón como: «Nombre comercial
del DBCP (1).
Producto agroquímico que diseñaron y fabricaron ciertas transnacionales
del gremio de la química. Se utilizó en los feudos de las
Repúblicas Bananeras del mundo pertenecientes a las transnacionales
fruteras. Servía para combatir a los nemátodos (2)
que
dañaban los cultivos de banano.
Se empleó desde finales de los sesenta
del siglo pasado, a pesar de que las pruebas de laboratorio advirtieron
claramente de su peligrosidad y nocividad. Muertes, cánceres, deficiencias
mentales, malformaciones genéticas, esterilidad y dolores por todo
el cuerpo, fueron algunas consecuencias de un funesto abanico».
Si con el 11-S usted se estremeció
con el humo, el polvo y la sangre; siéntese bien en su butaca, sírvase
una copa, desconecte el celular, abra su mente, ponga el cuenta-sentimientos
a cero y retroceda conmigo 60 años en la historia de este triste
mundo.
EL PARTO... CON CESÁREA
Fue a mediados del siglo pasado cuando nació
el DBCP en los laboratorios de Dow Chemical Company y Shell Chemical Company.
Las primeras pruebas que se realizaron, mostraron en las ratas de laboratorio
lesiones mayores en pulmones, hígado y riñones; crecimiento
retardado y testículos reducidos. En 1961, se redactó un
informe aprobando y apoyando el registro del DBCP en la Agencia de Alimentos
y Fármacos (FDA) de Estados Unidos. A fin de evitar o minimizar
los posibles daños en las personas, el informe abarcó también
algunas precauciones y recomendaciones de uso. Alguien en la empresa, recomendó
excluir las recomendaciones por ser «imprácticas».
Ese mismo año, la FDA recibió
un pedido de aceptación de etiquetas de Shell. A petición
de la Agencia, se realizaron análisis a los trabajadores que manipulaban
el DBCP en las factorías de Shell. El médico encargado no
fue informado de que se pretendía detectar posibles daños
testiculares. Los resultados médicos salieron bien y los fabricantes
informaron que el Nemagón podía ser utilizado sin «Riesgo
excesivo». El producto fue registrado en 1964.
AQUELLA FINA LLUVIA
En 1969, Standard Fruit Company inició
el consumo del químico en sus plantaciones bananeras de Centroamérica.
En los manuales de la compañía no aparecieron en ningún
momento indicaciones sobre la peligrosidad del Nemagón. Los trabajadores
no fueron advertidos y en ningún momento recibieron equipos de protección.
Los años pasaron y miles de litros
de Nemagón fueron aplicados en plantaciones de Nicaragua, Honduras,
Costa Rica, Panamá, Ecuador, Guatemala, Dominica, Santa Lucía,
San Vicente, Burkina Faso, Costa de Marfil y Filipinas.
En 1975, la Agencia de Protección
Ambiental de Estados Unidos (EPA) determinó que el DBCP era un posible
agente cancerígeno. En 1977, de 114 empleados que fabricaban el
químico en una factoría de Occidental, 35 estaban estériles.
En Estados Unidos, ese mismo año se prohibió el químico
para casi todos sus usos y se detuvo el suministro temporalmente. Cuando
Dow informó que iba a suspender momentáneamente el suministro,
la Standard se quejó airadamente y amenazó por incumplimiento
contractual a Dow, que sólo siguió vendiendo el químico
cuando Standard asumió los costos de las posibles demandas que pudieran
surgir con la venta del químico.
En 1979, el DBCP aún se aplicaba en
las plantaciones de Standard en Nicaragua y Filipinas. Ese mismo año,
fue prohibido en Costa Rica y Standard transportó el stock que tenía
en ese país hacia Honduras para ser utilizado allí.
En 1981, Shell vendió el químico
en Africa. En 1986, Standard aún lo empleaba en sus plantaciones
de Filipinas. Y en julio de 2000, el Defensor del Pueblo de Panamá,
el Dr. Italo Antinori, aseguró que se estaban utilizando agroquímicos
como el Fumazone (3)
en Panamá. Todo eso... ¡¡21 años después
de su suspensión en Estados Unidos!!.
EL CIRIO QUE SE APAGA
En El Viejo, municipio del departamento de
Chinandega (Nicaragua), hemos conocido in situ la precaria situación
de salud en la que se encuentran algunos de aquellos que en su día
convivieron con el DBCP. No son los únicos. Sus descendientes están
pagando el precio de la decadencia humana. Victorino Espinales (4)
y sus compañeros afirman que todo ha sido obra
del químico.
Nos confiesan que el 67% de los trabajadores
del banano son infértiles o sufren cualquier otra enfermedad. De
las 500 mujeres afectadas a las que se ha realizado el examen médico,
el 33,8% muestran cáncer de útero o de mama (5).
La media en los países pobres es del 1% según la Organización
Mundial de la Salud (OMS). Actualmente, contabilizan cerca de 200 víctimas
relacionadas con el químico y afirman que este número crecerá
rápidamente en los próximos meses. Sospechan de otros óbitos
que puedan ser debidos al DBCP. No pueden afirmarlo. Pero qué más
da, la muerte aquí puede llegar a ser un mal menor. La enfermedad,
la pesadumbre, la impotencia, la desesperación... eso si que es
una losa.
Esperanza Pereira, con 55 años, ha
sido operada de cáncer, y le duelen los huesos «como si se
quebraran» y pierde la vista. Su hijo, con 20 años, tiene
manchas blancas en la cabeza. Ella lleva dos meses sin poder levantarse
sin tener que sufrir dolores y cansancio. Ha perdido movilidad en el brazo
izquierdo y a duras penas puede dormir. Al igual que muchas compañeras,
se ahoga con los costos de las medicinas y del tratamiento médico.
Su tono es frágil y se le nota cansada de vivir.
Esperanza es una de las 65.000 personas supuestamente
afectadas por el Nemagón en todo el mundo. Esa cifra es la «oficial»,
la que luce en la bibliografía; cada día que pasa, se queda
corta ante el nacimiento de niños o la detección de alguna
enfermedad en algún ex-trabajador del banano.
Nuestra siguiente parada es una pequeña
pradera a las afueras de El Viejo donde, con el tiempo, unas raquíticas
chabolas de madera, latas, cartón y pobreza han ido surgiendo a
ambos lados del camino. Y es que, además de acabar supuestamente
con la salud de estas personas, el dólar bananero ha pasado de largo
a la próxima y única estación: Wall Street.
Allí viven Flor de María Mendoza
y José Medardo Romero Medina, un matrimonio que trabajó en
las fincas de banano en los años 70. Su historia es bastante sobrecogedora.
Tuvieron cuatro hijos. Dos murieron al nacer. Otro está bien (de
momento) y la pequeña Ana María, de 11 años, es lo
que trágicamente denominan una «Niña de trapo».
Presenta deficiencias psíquicas, no puede hablar, ni caminar, ni
agarrar, y sus huesos son débiles y frágiles. Tiene que medicarse
para mantener baja la inflamación del hígado y del bazo,
así como las fiebres, neumonías y diarreas. Está sentada
en su silla de ruedas, mirando a la lejanía, sin inmutarse, como
si nada fuera con ella.
UNA ENSALADA DE ENFERMEDADES
La ensalada de enfermedades que se atribuyen
al Nemagón es inacabable: Esterilidad, problemas degenerativos en
el sistema nervioso central, pérdida de dientes, dolores y atrofias
musculares, pérdida de vista, abortos, tumores, dolores en los huesos,
trastornos hormonales, alteraciones en los ciclos menstruales, deficiencias
físicas y psíquicas, problemas genéticos, dolores
por todo el cuerpo, diabetes, disminución de peso, pérdida
de cabello, etc...
El Instituto Nacional del Cáncer de
Estados Unidos cita el DBCP como una de las causas más poderosas
de cáncer. Estudios realizados revelan que el químico desarrolla
esta enfermedad en una gran variedad de órganos y lugares del cuerpo
humano con dosis bajas. Se ha demostrado que el DBCP provoca cáncer
de mama, testicular, estomacal, en los riñones, en el duodeno, en
la matriz y en el útero.
Trágicas son también las consecuencias
psicológicas y sociales: Pérdida de autoestima, impotencia,
depresión severa, pesadumbre y confusión. Estas aflicciones
desembocan en pérdidas de trabajo, alcoholismo y amenazas de suicidio.
Muchos hombres han sido abandonados por sus esposas al no poder concebir
hijos. Otros, para embarazar a sus mujeres han tenido que recurrir a otros
hombres, surgiendo así desequilibrios matrimoniales y separaciones.
Los hijos de los afectados también son víctimas al sufrir
humillaciones por parte de otros niños.
ESPECTACULARMENTE DEFORMADO
Visitamos muchos hogares, muchos afectados,
muchas desgracias, pero, el caso de Lebster sobresale. Su deficiencia física
contrasta con su entereza psíquica. Su cuerpo está espectacularmente
deformado, sobre todo sus extremidades. En el momento de nuestra visita,
está postrado en la cama, acuciado por fuertes dolores en el estómago.
Son insoportables. A veces, la casualidad nos lleva a escenas que no quisiéramos
haber visto jamás. Su madre le acompaña, llora desconsolada
e impotente mientras frota la barriga de su hijo. No puede ni pagar los
10 córdobas de un taxi para llevarlo al hospital...
Dos semanas después de nuestra primera
estancia por Chinandega, Lebster murió. Acababa así el sufrimiento
de un niño y, el calvario particular de Ángela, su madre.
¿Quién será el próximo? Pregunta cínica
pero muy típica por estos lugares.
Notas:
(1)
Dibromo cloropropano. (2)
Especie de gusanos microscópicos que afectaban las raíces
de ciertos cultivos, entre ellos el banano. (3)
Fumazone es el segundo nombre comercial más conocido del DBCP. (4)
Presidente de Asociación de Trabajadores y Ex-trabajadores Bananeros
Demandantes del Nemagón - Fumazone (ASOTRAEXDAN), Chinandega-Nicaragua.
(5) Visitas efectuadas
en junio y octubre de 2001.
*
Mañana: ¿El fin de la pesadilla?
*
La voz de las acusadas |
(20 maggio - 2a e ultima parte)
Breve
biografía de esa cosa llamada... Nemagón
¿El
fin de la pesadilla?
* Millonarias indemnizaciones
pendientes
* Victoria en juzgados es para: «Morir
dignamente» porque «el daño ya está hecho»
* La voz de las acusadas
(Segunda y última
parte)
La historia judicial del Nemagón en
Nicaragua, Costa Rica y Honduras (6)
se inicia aproximadamente a principios de la década de los noventa.
La jugada más conocida efectuada por
las empresas fue en 1997 cuando 20.000 trabajadores afectados por el químico
en todo el mundo fueron inducidos por sus propios abogados y por algún
que otro político, a cobrar una mísera indemnización
de 100 dólares. Al aceptar, firmaron un contrato por el que renunciaban
a futuras indemnizaciones y demandas.
Ahora, solo aquellos que no tragaron el anzuelo
pueden luchar por una suma más justa. Son muchos los trabajadores
que han presentado su denuncia. Las transnacionales demandadas en Nicaragua
son: Dow Agro Sciences, Aka Del Monte Fruits, Del Monte Tropical Fruit
Company, Shell Oil Company, Occidental Chemical Corporation, Standard Fruit
Company, Dole Food Corporation Inc., Chiquita Brands International, y Del
Monte Foods.
El problema ahora es la falta de legislación
en algunos países para juzgar este tipo de casos. Miles de trabajadores
han venido protagonizando fuertes manifestaciones y huelgas, exigiendo
al gobierno de sus respectivos países, soluciones a sus problemas.
Los resultados son muy dispares.
EN HONDURAS Y COSTA RICA
En Honduras, las presiones no han derivado
en ningún avance significativo. En Costa Rica, a finales de agosto
de 2001, fue aprobada una iniciativa de ley por la cual los trabajadores
afectados pueden obtener una indemnización por parte del estado.
Los afectados de Nicaragua son los que mejor lo tienen. Recientemente,
el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ha admitido las demandas
que han venido interponiendo cerca de 4.000 miembros de ASOTRAEXDAN (7)
El monto aproximado es de 4.800 millones
de dólares (8).
De esta manera, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha notificado
a las 7 multinacionales demandadas, la existencia de un juicio en su contra
en Nicaragua. Según la Ley 364 (9),
las empresas deberán abonar antes de 15 de junio más de 400
millones de dólares si quieren iniciar el juicio, a modo de fianzas
y costos del proceso judicial.
En el caso de que las empresas demandadas
no presentaran dichas sumas, la propia ley 364 las inhibiría de
participar en el juicio, y las empresas se verían obligadas a acatar
el veredicto final. Sino lo aceptaran, el Departamento de Justicia Norteamericano
debería reconocer el fallo del tribunal nicaragüense y presionar
a las empresas para que lo que aceptaran y pagaran las sumas totales de
las demandas, si así lo decidiera el juez.
Podría incluso llevarse a cabo un
nuevo juicio en Estados Unidos, allí, las indemnizaciones podrían
ser más suculentas.
EL DAÑO YA ESTA HECHO
Sea cual sea el futuro judicial, el daño
ya está hecho. Como dice don Victorino, la victoria en los juzgados
es para: «Morir dignamente».
Curiosa aspiración en este mundo tan...
¿globalizado?. No hermano. Si así fuese, todo el mundo soñaría
con morir dignamente. O tal vez, todos aspiraríamos a ese apartamento
de 27 «kilos». Entonces... ¿Serán las disyuntivas
del progreso capitalista? o ¿Será la ley de Murphy?. No lo
sé, pero, como dijo un amigo mío al leer el presente artículo:
«Curioso mundo en el que vivimos donde, unos mueren trabajando en
el cultivo de bananos por el contacto con químicos que otros hemos
fabricado para comernos el banano y morir de colesterol».
LA VOZ DE LAS ACUSADAS
Resumimos la versión en exclusiva,
de algunas de las multinacionales implicadas. A partir de aquí,
el lector tiene la palabra.
Chiquita Brands reconoce que dejó
de utilizar el DBCP a escala comercial antes de que aparecieran evidencias
de su peligrosidad. Dole Food destaca que siempre lo manipuló de
acuerdo a las instrucciones del fabricante.
Ambas coinciden en afirmar que cesaron el
uso del químico en sus plantaciones antes de 1979, cuando la EPA
lo canceló en Estados Unidos.
Dow Chemical suprimió la fabricación
del químico en 1977. Desde el principio, lo comercializó
con instrucciones concretas, relativas a su manipulación. Afirma,
que si se hubieran tenido en cuenta, habría sido suficiente para
proteger a los operarios de las plantaciones contra la esterilidad. Shell
certifica que nunca utilizó el DBCP en Nicaragua, y que dejó
de producirlo en 1977.
El inventario restante en ese momento fue
vendido exclusivamente en Estados Unidos.
Finalmente, Standard Fruit nos avisó
que por motivos de política interna, no pueden pronunciarse sobre
cuestiones que actualmente se debaten en los litigios activos en Estados
Unidos. Notas:
(6)
Son los únicos países junto a Panamá
en donde se ha encontrado abundante información sobre la historia
y las consecuencias del químico. La falta de bibliografía
en otros países nos hace pensar que su aplicación fue menor
en ellos. Desconocemos la existencia en esos países de colectivos
sociales que luchan judicialmente por indemnizaciones.
(7)
Asociación de Trabajadores y Ex-trabajadores Bananeros
Demandantes del Nemagón - Fumazone (ASOTRAEXDAN).
(8)
Casi 900.000 millones de pesetas, más de 5.300
millones de euros. Esta cantidad significa más de dos veces el Producto
Interno Bruto de Nicaragua.
(9)
«Ley Especial para la Tramitación de Juicios
Promovidos Por Las Personas Afectadas por el Uso de Pesticidas Fabricados
a Base de DBCP» (Ley 364, aprobada Nicaragua en noviembre de 2000).
Dicha ley se aprobó gracias a la presión de los propios trabajadores. |